UNIDAD 1. LECTURA 7.
1. PENSAMIENTO REFLEXIVO.
Para J. Lacroix (1968), lo que caracteriza al hombre es su reflexión. Hay un pensamiento, en cierto modo animal que se expresa en actitudes y gestos, casi de manera automática. Sin embargo, lo que nos distingue, es nuestra capacidad de reflexionar, de duplicar el pensamiento, asumirlo y poseerlo con un carácter intelectual y moral.
El signo, es la señal misma de la reflexión, es lo que nos distingue. El animal, solo distingue señales; como sucede en la domesticación, donde el animal es enseñado a reconocerlas y responder a ellas. En cambio, como humanos, la reflexión nos da el poder de pensar y adueñarnos de él. El pensamiento, gracias al signo, nos permite juzgarnos y pensar de manera normativa. El diálogo y la reflexión son natos de todo hombre, donde la espontaneidad es la parte previa de la reflexión humana. El filósofo, tiene que hacer existir la razón, hacerla viviente y de esa manera, hacer racional la vida.
2. NECESIDAD DE LA FILOSOFÍA (APRENDER FILOSOFÍA Y APRENDER A FILOSOFAR)
Ante la situación socio-cultural actual y la diferencia de ideologías, nos hemos hecho vulnerables a la manipulación y la incapacidad de pensar y vivir libremente, sin embargo, no podemos distanciarnos del presente, debemos criticar y tomar decisiones conscientes y responsables.
Para poder alcanzar y desarrollar comunidades democráticas donde exista la pluralidad, la tolerancia, solidaridad y progreso, se necesita construir personas críticas, reflexivas y razonables, ante una sociedad consciente y responsable de su contexto. Frente a la unidimensional actual que nos ofrecen las nuevas tecnologías e ideologías, la reflexión proporciona crítica de lo establecido y los conocimientos científicos; plantea rigor y sistematicidad a los problemas que el hombre ha configurado; y es radical en la búsqueda de soluciones que eviten los extremos del pensamiento autónomo.
Quizá nuestro tiempo no es el mejor para desarrollar nuestra reflexión crítica, pues nos encontramos ante muchas desigualdades, injusticias e impunidades, pero la reflexión filosófica debe criticar lo establecido, no conformarse con lo impuesto, dudar de la opinión dominante y correr el riesgo atractivo, personal y liberador de filosofar.
Toda actividades intelectual, requiere de una previa información sobre el entorno humano, pues es a partir del proceso histórico donde podemos ejercer nuestra visión crítica y reflexiva, no se trata de tener conocimiento, sino posicionarnos en él.
El signo, es la señal misma de la reflexión, es lo que nos distingue. El animal, solo distingue señales; como sucede en la domesticación, donde el animal es enseñado a reconocerlas y responder a ellas. En cambio, como humanos, la reflexión nos da el poder de pensar y adueñarnos de él. El pensamiento, gracias al signo, nos permite juzgarnos y pensar de manera normativa. El diálogo y la reflexión son natos de todo hombre, donde la espontaneidad es la parte previa de la reflexión humana. El filósofo, tiene que hacer existir la razón, hacerla viviente y de esa manera, hacer racional la vida.
2. NECESIDAD DE LA FILOSOFÍA (APRENDER FILOSOFÍA Y APRENDER A FILOSOFAR)
Ante la situación socio-cultural actual y la diferencia de ideologías, nos hemos hecho vulnerables a la manipulación y la incapacidad de pensar y vivir libremente, sin embargo, no podemos distanciarnos del presente, debemos criticar y tomar decisiones conscientes y responsables.
Para poder alcanzar y desarrollar comunidades democráticas donde exista la pluralidad, la tolerancia, solidaridad y progreso, se necesita construir personas críticas, reflexivas y razonables, ante una sociedad consciente y responsable de su contexto. Frente a la unidimensional actual que nos ofrecen las nuevas tecnologías e ideologías, la reflexión proporciona crítica de lo establecido y los conocimientos científicos; plantea rigor y sistematicidad a los problemas que el hombre ha configurado; y es radical en la búsqueda de soluciones que eviten los extremos del pensamiento autónomo.
Quizá nuestro tiempo no es el mejor para desarrollar nuestra reflexión crítica, pues nos encontramos ante muchas desigualdades, injusticias e impunidades, pero la reflexión filosófica debe criticar lo establecido, no conformarse con lo impuesto, dudar de la opinión dominante y correr el riesgo atractivo, personal y liberador de filosofar.
Toda actividades intelectual, requiere de una previa información sobre el entorno humano, pues es a partir del proceso histórico donde podemos ejercer nuestra visión crítica y reflexiva, no se trata de tener conocimiento, sino posicionarnos en él.
3. EDUCACIÓN DEL SENTIDO CRÍTICO.
La educación de la conciencia crítica exige comprensión psicológica y cultural de la pluralidad, así como una opinión ético y política para la correcta adopción de un proyecto existencial.
El diálogo, creado de la confrontación, revela un valor cognitivo y ético que se expresa respetuosamente ante las diversidades, y que cuando se realiza de manera positiva, se puede acceder a la común verdad hacia el bien; pero cuando se obtienen resultados negativos, se puede llegar al escepticismo, presunción, intereses, resignación y conformismo. El pensamiento crítico, se compromete con la búsqueda de la “congruencia humana”, que le permite al sujeto comprobar su plenitud mediante “normas de expectativa”, que le ayudan a “criticar”, “evaluar” y “juzgar” apoyados en lo que se ha descubierto y en lo que ha desilusionado.
El Humanities Curriculum Project (Scurati, 1983), es un proyecto que pretende desarrollar la comprensión de las situaciones sociales, de los actos humanos y las controversias de los valores. Contiene cinco premisas resumidas en la sana, respetuosa y libre discusión dentro del aula, de manera que el profesor es un moderador neutral, centrado y encaminado a la divergencia más que al consenso. La preocupación de éste currículo es la educación de “actitudes” ante los valores.
4. ITINERARIO METODOLÓGICO.
Los métodos que facilitan la reflexión crítica, pretenden impulsar la discusión, la crítica y la autocrítica, el entendimiento y la reflexión de temas personales y sociales que impliquen un conflicto de valores para comprometerse en su mejora.
Etapas de la comprensión crítica:
1. Temas sociales controversiales o que causen curiosidad.
2. Precomprensión lingüística y de interpretación personal.
3. Comprensión y relación de las perspectivas de la realidad conflictiva
4. Momento central, en el que comprendemos, criticamos y nos autocriticamos.
5. Comprensión crítica, transformación y construcción de lo moral.
5. REFLEXIÓN CRÍTICA Y AUTONOMÍA MORAL
La educación moral no debe conformarse con lo socialmente establecido, si no hacer estudiantes críticos ante injusticas y normas de convivencia que los rigen. Por eso, se debe hacer un procedimiento que nos ayude a aprender juntos y resolver los problemas que no afectan, atendiendo la parte autónoma y la conciencia social. En consecuencia, el diálogo es el principio procedimental, donde existe un criterio respetuoso con los demás y una reflexión moral orientada hacia lo justo y solidario. Sin embargo, no pretende unificar pensamientos o imponer soluciones específicas, sino, una controversia que sea un instrumento para la reflexión moral autónoma.
6. MODELOS NORMATIVO PARA APRENDER A PENSAR DE FORMA CRÍTICA Y AUTÓNOMA Y A TOMAR DECISIONES JUSTAS EN DIÁLOGO.
1. Habilidades para percibir problemas morales. Sensibilidad, percepción y reconocimiento.
2. Habilidades para el autoconocimiento. Disposición, intereses, necesidades, sentimientos y valores a seguir.
3. Habilidades para el conocimiento de los demás.
4. Habilidad y condiciones del discurso dialógico: hablar con ánimo de contribuir y de hacer llegar lo que quiero que entiendan.
5. Actitudes dialógicas: apegarse a la verdad, información objetiva y presentación ordenada de los pensamientos propios.
6. Estrategias para la comprensión y el razonamiento: respeto, igualdad, consideración de las opiniones ajenas y un ambiente, flexible, transversal y no agresivo.
7. Habilidades para imaginar soluciones basadas en el acuerdo y anticipar sus consecuencias.
8. Habilidades para dar sentido moral a la adopción de los criterios anteriores: entendiendo el discurso dialógico como intercambio de opiniones sobre un problema de conflicto de valores, comprendiendo a los demás para llegar a una posible solución, siempre justa y solidaria.
El diálogo, creado de la confrontación, revela un valor cognitivo y ético que se expresa respetuosamente ante las diversidades, y que cuando se realiza de manera positiva, se puede acceder a la común verdad hacia el bien; pero cuando se obtienen resultados negativos, se puede llegar al escepticismo, presunción, intereses, resignación y conformismo. El pensamiento crítico, se compromete con la búsqueda de la “congruencia humana”, que le permite al sujeto comprobar su plenitud mediante “normas de expectativa”, que le ayudan a “criticar”, “evaluar” y “juzgar” apoyados en lo que se ha descubierto y en lo que ha desilusionado.
El Humanities Curriculum Project (Scurati, 1983), es un proyecto que pretende desarrollar la comprensión de las situaciones sociales, de los actos humanos y las controversias de los valores. Contiene cinco premisas resumidas en la sana, respetuosa y libre discusión dentro del aula, de manera que el profesor es un moderador neutral, centrado y encaminado a la divergencia más que al consenso. La preocupación de éste currículo es la educación de “actitudes” ante los valores.
4. ITINERARIO METODOLÓGICO.
Los métodos que facilitan la reflexión crítica, pretenden impulsar la discusión, la crítica y la autocrítica, el entendimiento y la reflexión de temas personales y sociales que impliquen un conflicto de valores para comprometerse en su mejora.
Etapas de la comprensión crítica:
1. Temas sociales controversiales o que causen curiosidad.
2. Precomprensión lingüística y de interpretación personal.
3. Comprensión y relación de las perspectivas de la realidad conflictiva
4. Momento central, en el que comprendemos, criticamos y nos autocriticamos.
5. Comprensión crítica, transformación y construcción de lo moral.
5. REFLEXIÓN CRÍTICA Y AUTONOMÍA MORAL
La educación moral no debe conformarse con lo socialmente establecido, si no hacer estudiantes críticos ante injusticas y normas de convivencia que los rigen. Por eso, se debe hacer un procedimiento que nos ayude a aprender juntos y resolver los problemas que no afectan, atendiendo la parte autónoma y la conciencia social. En consecuencia, el diálogo es el principio procedimental, donde existe un criterio respetuoso con los demás y una reflexión moral orientada hacia lo justo y solidario. Sin embargo, no pretende unificar pensamientos o imponer soluciones específicas, sino, una controversia que sea un instrumento para la reflexión moral autónoma.
6. MODELOS NORMATIVO PARA APRENDER A PENSAR DE FORMA CRÍTICA Y AUTÓNOMA Y A TOMAR DECISIONES JUSTAS EN DIÁLOGO.
1. Habilidades para percibir problemas morales. Sensibilidad, percepción y reconocimiento.
2. Habilidades para el autoconocimiento. Disposición, intereses, necesidades, sentimientos y valores a seguir.
3. Habilidades para el conocimiento de los demás.
4. Habilidad y condiciones del discurso dialógico: hablar con ánimo de contribuir y de hacer llegar lo que quiero que entiendan.
5. Actitudes dialógicas: apegarse a la verdad, información objetiva y presentación ordenada de los pensamientos propios.
6. Estrategias para la comprensión y el razonamiento: respeto, igualdad, consideración de las opiniones ajenas y un ambiente, flexible, transversal y no agresivo.
7. Habilidades para imaginar soluciones basadas en el acuerdo y anticipar sus consecuencias.
8. Habilidades para dar sentido moral a la adopción de los criterios anteriores: entendiendo el discurso dialógico como intercambio de opiniones sobre un problema de conflicto de valores, comprendiendo a los demás para llegar a una posible solución, siempre justa y solidaria.